Nos encontramos ante una localidad que merece una visita por su patrimonio y por el trato de los habitantes al visitante.
Historia
El nombre de Villalcázar de Sirga proviene del latín: villa (casa campestre señorial con diversos usos), del árabe al-qaṣr (palacio fortificado que procede del latín castrum; guarnición militar) y del camino medieval de Sirga.
Iglesia de Santa María
la Blanca
Exterior
Impresiona la enorme mole del gran templo sobre el caserío de la localidad, La portada de los pies se desplomó en 1888 y en 1890 el hueco se cerró con un sencillo muro rematado con esculturas del siglo XIII. La fachada lateral está orientada al sur bajo un inmenso pórtico, también inconcluso. La puerta de entrada carece de tímpano y consta, sobre columnas de variados capiteles, de cinco arquivoltas decoradas con ángeles, santos, clérigos y músicos.
Sobre las arquivoltas hay dos frisos con galerías ciegas con arcos lobulados, y sobre ellos adornos de construcciones arquitectónicas. En los arcos se encuentran las figuras. El friso superior contiene al Pantocrátor rodeado del tetramorfos (símbolos de los 4 evangelistas) y un apostolado incompleto. El friso inferior contiene la Virgen con el Niño, los Reyes Magos, San José, el arcángel San Gabriel.
Interior
Es un airoso edificio de tres naves que en la cabecera que tiene cinco capillas.
En el siglo XVI se añadió la capilla panteón de Santiago al sur, iluminada por un enorme rosetón. En ella se encuentra la imagen de Santa María de las cantigas, junto a la que reposan el infante Felipe, hermano de Alfonso X, su segunda esposa, Inés Rodríguez Girón y don Juan de Pereira, caballero de la orden de Santiago.
Otras obras de arte
Entre las numerosas obras de arte destaca el retablo mayor, obra gótica de los siglos XV y XVI con algún elemento clásico.
La actual construcción es de ladrillo y tapial del siglo XVIII, aunque conserva algún resto románico.